La Madre Teresa describió la vida de manera magistral y sencilla, ella dijo:
“La vida es una oportunidad, aprovéchela.
La vida es un sueño, realícelo.
La vida es un desafío, acéptelo.
La vida es un deber, cúmplalo.
La vida es un juego, gánelo.
La vida es un himno, cántelo.
La vida es una aventura, arriésguese.
La vida es… vida, defiéndala.”
Cuánta sabiduría en estas palabras, definitivamente la vida demanda de nosotros acción y determinación.
La vida también es frágil; tan frágil que puede perderse en cualquier momento, por lo que debe vivirse intensamente. Merece ser disfrutada y compartida con las personas más amadas.
La vida es presente y no pasado. Del pasado se tienen los recuerdos, que deben ser guardados con gran aprecio, porque nos conectan con las personas que hemos amado en otro tiempo.
Me encontraba en un aeropuerto con mi familia, gozaba de tener a mi hijo Esteban en brazos, quien para ese entonces tenía 6 meses de edad. De repente, un caballero que nos observaba a la distancia respetuosamente se acercó. “-Disculpe-”, y con un brillo en sus ojos continuó: “-qué bueno que los está disfrutando (refiriéndose a mis hijos) cuando yo me di cuenta, era demasiado tarde…ellos habían crecido-”.
En ese momento una lágrima rodó por su mejilla, dio media vuelta y se marchó. No hice más que estrechar a mi hijo Esteban contra mi pecho y en silencio me dije: “Dios mío… es como si la vida me estuviera advirtiendo que no regresa cuando se va, y que el mañana tendrá un grato recuerdo del pasado si vivió el presente a plenitud, o bien… una lágrima de lamento”. Entonces fui consciente de que la vida adquiere sentido, solo cuando se comparte, cuando amamos, cuando nos dejamos amar, y cuando adquiero conciencia de que tengo que entregarme para abrazar, valorar y apreciar. Porque todos nacimos para dejar un legado.
¿Es tarde para comenzar a vivir? ¡NO! Nunca es tarde, hoy es un buen día para pedir perdón, abrazar a los que aprecio, extender la mano al necesitado, regalar una sonrisa a mis hijos, regresar a casa cuando estoy lejos y dar gracias a Dios por lo que soy y lo que tengo.
Hoy es tiempo de vivir la vida como nunca antes lo había hecho.